Detras de la Linea Enemiga

Uno tras otro los niños se escurrian silenciosamente por los bosquesillos de olivos que cubrian las laderas del Monte de los Olivos, desde donde se podia ver la santa ciudad de Jerusalem.Se sentaronsobre la hiebra, a la  sombra de las gruesas ramas de los arboles; sus rostros tenian una exprecion seria y triste.
¡Que lejos estaban aquellos dias en los que las alegres risas de los niños resonaban por las calles de Jerusalem!Ahora, su amada ciudad estaba gobernada por el poderoso Antioco, rey de Siria, y sus soldados la recorrian vigilando los idolos y altares que habian construido en las calles y mercados de la ciudad Santa.Nada les daba mas placer que capturar a algun desafortunado niño que andaba desprocupado por las calles y forzarlo a inclinarze ante sus idolos.Cuanto mas fuerte gritaba y suplicaba , mas fuertes eran las carcajadas de los soldados.No , los niños judios ya no se sentian alegres y libres,y aquellos que se habian reunido en el bosquecillo de olivos estaban mas tristes que nunca...

                          CONTINUARA ...